Hay quien dice que el afeitado clásico es como el vinilo: tiene su encanto, su estilo y, sobre todo, una experiencia que ningún aparato moderno puede replicar del todo. Por otro lado, las tecnologías actuales prometen velocidad, comodidad y cero complicaciones. ¿Entonces? ¿Qué es mejor: el afeitado de toda la vida con maquinilla clásica o la rapidez de una máquina de afeitar eléctrica?
Spoiler: no hay respuesta universal, pero sí hay diferencias claras que vale la pena conocer antes de decidir con qué rasurarse cada mañana (o cada vez que ese bigotillo rebelde decida volver).
¿Qué es exactamente una maquinilla de afeitar clásica?
Una maquinilla de afeitar clásica es ese utensilio con alma vintage que, más que afeitar, convierte el momento en un ritual. Suele estar fabricada con materiales robustos como el acero inoxidable, utiliza cuchillas de doble filo reemplazables y ofrece un nivel de precisión que muchos consideran insuperable.
Y sí, también hay que decirlo: usarla implica un pelín más de técnica y mimo. Pero hey, todo lo bueno en la vida tiene su curva de aprendizaje, ¿no?
Ventajas de una maquinilla clásica frente a una moderna
- Afeitado más apurado: La cuchilla está en contacto directo con la piel, por lo que el resultado suele ser más preciso y duradero.
- Ahorro a largo plazo: Las cuchillas de recambio son más baratas que los cabezales de las máquinas eléctricas o los cartuchos de plástico.
- Menos residuos: Olvídate del plástico. Estas maquinillas son casi eternas y mucho más sostenibles.
- Menor irritación (cuando se usa bien): Sin múltiples hojas arrastrándose por tu piel, se reducen los roces y cortes innecesarios.

Pero… ¿y las máquinas eléctricas?
No se puede negar lo obvio: la máquina de afeitar eléctrica ha revolucionado la forma en la que nos afeitamos. Sobre todo si vas con prisas o no te apetece convertir tu lavabo en una escena de «Braveheart».
Ahora bien, si te pica la curiosidad (y no solo la barba) por saber qué tiene de especial este tipo de afeitado, no te cortes (bueno, al menos no con la cuchilla). Las máquinas de afeitar eléctricas tienen su propio club de fans y no es por nada: rapidez, comodidad y cero espumas si así lo prefieres.
Para conocer sus pros con todo detalle, te dejamos una lectura que vale oro (y unos cuantos minutos extra de sueño por la mañana):
🧼⚡ Las máquinas eléctricas también tienen lo suyo: mira por qué pueden ser tu mejor aliada mañanera
¿Y si quieres probar una maquinilla clásica? Aquí tienes dos joyitas
Vale, quieres iniciarte en el mundo del afeitado clásico. Bien, lo primero es elegir una buena compañera de batalla. Estas dos opciones son como los Ferrari del afeitado clásico (pero más asequibles, claro):
1. Merkur Futur Satinada
Con un diseño elegante y ergonómico, esta maquinilla permite ajustar el nivel de agresividad del afeitado. Ideal tanto para principiantes como para expertos. Y sí, al mirarla da ganas de afeitarse aunque no haya barba.
2. Mühle R41 Peine Abierto
Aviso para navegantes: esta maquinilla clásica no es para los débiles de corazón (ni de pulso). Pero si buscas el afeitado más apurado y profesional posible, esta es la tuya. El peine abierto la convierte en una máquina de precisión total.
Afeitado clásico: ¿es para todo el mundo?
Depende. El afeitado clásico no es una solución universal, pero sí una experiencia que muchos disfrutan y valoran. Si eres de los que disfruta con una rutina más pausada, que encuentra placer en el ritual del afeitado y presta atención a los pequeños detalles, entonces la mejor maquinilla de afeitar clásica puede convertirse en tu aliada diaria. Este tipo de afeitado no solo aporta un toque de elegancia y tradición, sino que también puede ser más respetuoso con tu piel.
Especialmente si tienes la piel sensible y no toleras bien el roce constante de las cuchillas multihojas, el afeitado clásico puede ayudarte a reducir irritaciones y obtener un resultado más suave y apurado.
Ahora bien, no todo el mundo tiene el tiempo —ni las ganas— de dedicarle varios minutos a esta rutina cada mañana. Si te levantas con el tiempo justo, corres al metro mientras te abrochas la camisa y ni siquiera puedes calentar el café, lo más probable es que una afeitadora eléctrica sea tu mejor aliada. Rápida, práctica y eficaz, te permite salir del paso en cuestión de minutos.
Después de todo, nadie quiere llegar a una reunión con media cara sin afeitar (aunque, quién sabe, quizás sería un buen tema de conversación).

¿Es cierto que afeitan mejor?
Aquí es donde se arma el verdadero debate. En términos generales, una maquinilla clásica afeita más al ras que una multihojas o una eléctrica. Al tener una sola cuchilla bien afilada y expuesta, corta el vello a ras de piel, lo que se traduce en un afeitado más limpio y duradero.
Pero ojo: para obtener ese resultado tan apurado no basta con pasarla por la cara y listo. Requiere técnica, una buena espuma (preferiblemente montada con brocha) y, sobre todo, paciencia.
Si no tienes ni una de esas tres, prepárate para una curva de aprendizaje… o para curarte algún que otro cortecito con papel higiénico. Al principio puede parecer complicado, pero con práctica se convierte en un ritual relajante.
Bonus tip:
Un error muy común es apretar demasiado la maquinilla contra la piel.
Las maquinillas clásicas tienen más peso que las modernas, así que su propio peso hace gran parte del trabajo. No es necesario “rascar” como si estuvieras buscando el premio gordo de una lotería. Desliza con suavidad, sin presionar, y notarás la diferencia.
¿Por qué vuelven a estar de moda?
El auge del afeitado clásico no es ninguna coincidencia. En un mundo donde todo va cada vez más rápido, muchas personas están redescubriendo el placer de hacer las cosas con calma, con intención y con estilo.
Buscan experiencias más auténticas, sostenibles y también… económicas. Porque sí, aunque al principio la inversión puede parecer mayor (maquinilla, brocha, jabón…), a largo plazo ahorras bastante frente al gasto constante en recambios de multihojas o máquinas eléctricas.
Y seamos sinceros: hay algo muy satisfactorio —casi cinematográfico— en ver tu maquinilla clásica, tu jabón artesanal y tu brocha de cerdas preparadas para el combate matutino.
Esa sensación de “hoy me afeito como un caballero” tiene un encanto especial… incluso aunque vayas vestido con un viejo chándal y calcetines desparejados.
¿Cuál es la mejor maquinilla de afeitar clásica?
No hay una única respuesta, pero sí hay claves para elegir la tuya:
- Si eres principiante, busca una con peine cerrado y agresividad media o ajustable. Por ejemplo, la Merkur Futur es una gran opción.
- Si tienes barba dura o piel sensible, elige una con buen equilibrio de peso y mango antideslizante.
- Si ya tienes experiencia, la Mühle R41 es una opción top.

Entonces… ¿clásica o moderna?
Si quieres rapidez, practicidad y cero complicaciones, la máquina de afeitar eléctrica es tu mejor aliada. Es ideal para quienes tienen poco tiempo, viajan mucho o simplemente no quieren complicarse con espumas, brochas y técnicas especiales. En pocos minutos estás listo, sin necesidad de agua caliente ni accesorios. Perfecta para las mañanas con prisas o para ese repaso rápido antes de una reunión.
Por otro lado, si prefieres un afeitado más al ras, con un ritual más cuidado y un enfoque más sostenible, entonces la maquinilla clásica puede transformar tu rutina diaria. No solo ofrece un acabado más limpio y duradero, sino que reduce el uso de plásticos y genera menos residuos. Además, convierte un gesto cotidiano en un momento de pausa, casi meditativo. Es más que afeitarse: es tomarse un respiro.
¿Y si no te decides? Tranquilo, no hace falta elegir un solo bando. Puedes tener una de cada y adaptarte según el día. Una eléctrica para el día a día, cuando el tiempo apremia, y una clásica para esas ocasiones en las que quieres darte un cuidado extra.
Ya sea para ir a una boda o simplemente porque te apetece sentirte como Don Draper un martes cualquiera antes de bajar al Mercadona… también cuenta.
Conclusión
Optar por una maquinilla de afeitar clásica es mucho más que volver al pasado: es una forma de reconectar con el cuidado personal, mejorar el apurado y reducir la irritación. Además, su durabilidad y bajo impacto ambiental la convierten en una alternativa inteligente y consciente.
¿Te animas a probarla? Dar el paso no tiene por qué ser complicado. Empieza con una buena maquinilla, una brocha decente y un jabón de calidad. Verás cómo tu rutina se convierte en un pequeño placer diario.
Porque sí, afeitarse puede seguir siendo efectivo sin perder el encanto. Y cuando eliges hacerlo con estilo, también eliges cuidar tu piel, tu tiempo y hasta el planeta. Todo eso, en cada pasada.
Y si estás buscando dónde empezar, en Barbería Shop encontrarás una selección cuidada de maquinillas clásicas, accesorios y productos que combinan tradición, calidad y diseño. Una auténtica barbería en tu baño.